Inclusión para una vida independiente
Hace más de diez años, Pedro Delgado sufrió un accidente de trabajo, cayó por las escaleras de su oficina y le causó una lesión incurable. El diagnóstico: No volvería a caminar.
De acuerdo con el Inegi, la discapacidad motriz es una de las principales enfermedades en nuestro país. Se estima que 2.6 millones de personas tienen problemas para ponerse de pie o caminar.
Pedro superó sus límites y, desde hace ocho años, se unió a Vida Independiente, asociación civil, ubicada en la Ciudad de México. Esta se dedica a integrar social y laboralmente a las personas con discapacidad motriz mediante la rehabilitación física, psicológica y manejo de silla de ruedas. El objetivo: lograr su verdadera interacción.
El presidente y fundador, Santiago Velázquez, narra que, como muchas otras asociaciones, esta nace a partir de experiencias personales:
“Me accidenté hace 42 años en una piscina y quedé con una grave lesión en las cervicales. En este proceso de recuperación, rehabilitación y todo eso, decidí romper muchos esquemas”.
Santiago comenzó a derribar sus limitantes y empezó a compartir su conocimiento con otros chicos, con resultados positivos en sus vidas. Esta labor creció y se fue extendiendo; actualmente, Vida Independiente tiene presencia nacional.
Autosuficiencia y libertad
Guadalupe Silva es otra beneficiaria de esta institución. Desde hace cinco años utiliza silla de ruedas, debido a su esclerosis múltiple.
“Me dedico a vender dulces, cosméticos y productos de cuidado personal, tengo varios clientes. Mi vida cambió desde que me uní a Vida Independiente; ahora ya puedo subir al transporte público, al Metro y al Metrobús. Me he quitado el miedo a caerme, voy poco a poco”, añade.
En la Ciudad de México, cada miércoles, se reúnen en la alcaldía Venustiano Carranza a fin de recibir capacitación gratuita para moverse en silla de ruedas. Por cierto, Vida Independiente las proporciona a quienes no pueden comprarlas.
“Les ofrecemos ofrecemos autonomía, libertad, independencia, autosuficiencia, comodidad, felicidad y gratitud. Todo esto los hace más fuertes”, comenta su fundador.
El modelo de trabajo de esta asociación es un referente de ayuda y cooperación social a nivel nacional. Por esto, el Simiplan de Ayuda a Personas con Discapacidad (SimiPADi), hace extensiva su ayuda al donar sillas de ruedas y cojines antiescaras para beneficiar a más personas.
Guadalupe recibió de Vida Independiente una silla de ruedas y afirma que continuará trabajando muy duro para lograr su total independencia. “Quiero ser mi propio jefe, salir adelante. Si nosotros nos caemos, nosotros nos levantamos. Gracias al apoyo de esta asociación podemos lograrlo, porque sí se puede”, recalca.
Camarógrafa: Erica Ortiz
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